30 de abril de 2011

Día de taller


Noctámbula

Es inevitable: Estamos siguiendo ríos de oscuridad. La existencia invisible de tristeza es el milagro que nos convoca. El agua fluye sin sentido pero nos conduce a algún lugar...

26 de abril de 2011

Arte: ¿realidad o fantasía?


Window and ladder, Leandro Erlich*


"I’m the great pretender
Adrift in a world of my own
I play the game but to my real shame
You’ve left me to dream all alone"
The great pretender, Buck Ram


El arte para el artista puede ser sublimación: recanalizar la libido hacia algún lugar productivo y, a la vez, mágico donde cada cual se encarga de producir y construir un mundo propio. La fantasía es aquella que se externaliza en cada una de las piezas que el artista va produciendo en ese plan. Sin embargo, una vez que está fuera, ese mundo de obras, ideas, objetos, no puede ser más que real, porque tiene cuerpo ocupa espacio, está hecho de un material, etc.
El arte para el espectador puede ser evasión: atravesando experiencias reales podemos zambullirnos en fantasías ajenas pero apropiándonos de las obras, dándoles nuestro propio sentido, volviendo autónoma la fantasía del que fantaseó la primera vez para construir nuestra propia fantasía.
            A simple vista, parecería ser que el arte es solamente una forma de escape, una forma de que huir de lo real y hacer más leve el peso del día a día. Algunos incluso hacen arte de manera “terapeutica” y eso es más que válido. Hay tantas maneras de vivir el arte como personas. "Vivir el arte": en eso reside a mi modo de ver el quid de la cuestión, porque es formar parte de una experiencia muy real. Da igual si es producto de la fantasía o desemboca en ella, pero te atraviesa y te cambia, algo adentro no vuelve a ser lo mismo.  También da igual si uno es el que crea o el que observa lo creado, porque sin ambas partes de la ecuación  el arte no existiría como tal, dado que ambos sufren de una transformación real en relación al objeto. Incluso da igual si la obra de arte te gusta o no, si te conmueve o no entendés porque eso se encuentra ahí, ese camino no puede desandarse…
Clari Franchini


*Para ver más imágenes del artista Leandro Erlich: www.leandroerlich.com.ar

20 de abril de 2011

Versionado de Caperucita (ejercicio del Taller)


Tinta china sobre papel

Un día un lobo viejo se cruzó con la abuela de Caperucita y quiso seducirla. Las intenciones del lobo no eran amorosas, en realidad sólo quería quedarse con sus anteojos: el lobo era miope y casi no podía ver. La abuela, muy inocente, se sintió atraída por las adulaciones del lobo y cayó en el engaño. El lobo logró su cometido y huyó velozmente a su guarida con los anteojos.
Mientras tanto, Caperucita estaba en la casa cocinando una torta para su abuelita en su cabaña. Ya se estaba haciendo de noche y la abuela no regresaba de su paseo por el bosque. Caperucita, muy preocupada, llamó a la policía pero como le dijeron que tenía que esperar 24hs del momento de la desaparición, decidió pedirle prestado el helicóptero a su vecino pudiente. Caperucita, que tenía años de experiencia manejando este tipo de transportes, salió así en busca de su abuela perdida...