"Mis manos son mi corazón" de Gabriel Orozco
"El origen del tercer mundo" de Henrique Oliveira
(Instalación presentada en la Bienal de San Pablo sobre arte y política en 2010)
A primera vista el vínculo entre la obra de Orozco “Mis manos son mi corazón” y la obra de Oliveira “El origen del tercer mundo” tiene que ver con el color y el espiritu telúrico. Ambos además son artistas latinoamericanos que a partir de su obra intentan colocar el arte latinoamericano en la escena internacional, en el mainstream del arte contemporáneo.
Sin embargo, el link que conecta a estas obras es la contraposición en la operación que realiza cada artista: Por un lado, Orozco a través de su autorretrato quiere demostrar que sus manos, su herramienta de creación, son su corazón, que el crea con su corazón. Para esto recurre al barro y en este sentido nos cita todo un pasado de tradiciones: la creencia en la madre tierra, el trabajo en arcilla de los antepasados, el torso desnudo a la manera de un nativo, etc. Por otro lado, Oliveira también habla de creación, o mejor dicho, de origen, y también cita un pasado: ese origen es desgarro, es invasión. La entrada de la instalación remite directamente a una vagina, pero en este caso (remitiéndome a la cuestión del barro y la madre tierra) hay que penetrar ese umbral para recorrer la obra, a la manera en que los colonizadores penetraron nuestras tierras para crear lo que hoy se denomina como tercer mundo.
Clara Franchini